Paso 1: Toma un bol grande para mezclar los ingredientes secos. Echa la harina de trigo, la cucharadita de polvo de hornear, el azúcar y la sal. Mezclar bien todo.
Paso 2: Crear un pequeño volcán haciendo un orificio en medio y allí echar el huevo crudo, la mantequilla un poco derretida y 100ml de agua tibia. Mezclar poco a poco con una cuchara de madera. Al inicio estará como una masa pegajosa, después comenzar a mezclar con la mano.
Paso 3: Echar harina de trigo sobre una superficie plana y echar encima la masa para seguir amasando. Esta debe quedar suave, en caso de estar un poco seca, se agrega agua, de lo contrario, un poco de harina. La consistencia adecuada será cuando ya no se pegue.
Paso 4: Volver a meterla en el bol y taparla para que repose por 30 minutos.
Paso 5: Sacar la masa, amasar otros 10 minutos y comenzar a estirar con un rodillo. Para ayudarte puedes echar un poco de harina, eso evitará que se pegue.
Paso 6: Cortar en tiras el queso y crear con la masa otras tiras del largo y grosor de tu preferencia, todo depende del tamaño que quieras. Pero una vez hecho solo comienzas a envolverlos con cuidado sin dejar el queso expuesto.
Paso 7: Calentar suficiente aceite y comenzar a freír.